Tiempo después, Dios quiso probar a Abrahán y lo llamó: “Abrahán. Respondió él: “Aquí estoy.
Y Dios le dijo: “Toma a tu hijo, al único que tienes y al que amas, Isaac, y vete a la región de Moriah. Allí me lo ofrecerás en holocausto, en un cerro que yo te indicaré.
Al llegar al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levantó un altar y puso la leña sobre él. Luego ató a su hijo Isaac y lo colocó sobre la leña.
Extendió después su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo,
pero el Angel de Dios lo llamó desde el cielo y le dijo: “Abrahán, Abrahán. Contestó él: “Aquí estoy.
No toques al niño, ni le hagas nada, pues ahora veo que temes a Dios, ya que no me has negado a tu hijo, el único que tienes.
Abrahán miró a su alrededor, y vio cerca de él a un carnero que tenía los cuernos enredados en un zarzal. Fue a buscarlo y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.
Volvió a llamar el Angel de Dios a Abrahán desde el cielo,
y le dijo: “Juro por mí mismo -palabra de Yavé- que, ya que has hecho esto y no me has negado a tu hijo, el único que tienes,
te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tus descendientes, que serán tan numerosos como las estrellas del cielo o como la arena que hay a orillas del mar. Tus descendientes se impondrán a sus enemigos.
Y porque has obedecido a mi voz, todos los pueblos de la tierra serán bendecidos a través de tu descendencia.
“LOS ISRAELITAS ENTRARON EN EL MAR SIN MOJARSE”
Yavé dijo a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha.
Luego levanta tu bastón, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los hijos de Israel pasen en seco por medio del mar.
Yo, mientras tanto, endureceré el corazón de los egipcios para que salgan en persecución de ustedes, y me haré famoso a costa de Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de su caballería.
Entonces Egipto conocerá que yo soy Yavé.
El Angel de Dios que iba delante de los israelitas pasó detrás de ellos; también la nube en forma de columna vino a colocarse detrás,
poniéndose entre el campo de los israelitas y el de los egipcios. Esta nube era para unos tinieblas y para otros iluminaba la noche; y no se acercaron los unos a los otros durante la noche.
Moisés extendió su mano sobre el mar y Yavé hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del oriente que secó el mar.
Se dividieron las aguas.
Los israelitas pasaron en seco, por medio del mar; las aguas les hacían de murallas a izquierda y a derecha.
Los egipcios se lanzaron a perseguirlos, y todo el ejército de Faraón entró en medio del mar con sus carros y caballos.
Llegada la madrugada, Yavé miró a los egipcios desde el fuego y la nube, y provocó el desorden en el ejército de Faraón.
Atascó las ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Entonces los egipcios dijeron: “Huyamos de Israel, porque Yavé pelea con ellos contra nosotros.
Pero Yavé dijo a Moisés: “Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas volverán sobre los egipcios, sus carros y sus caballos.
Moisés extendió su mano sobre el mar.
Al amanecer, el mar volvió a su lugar. Mientras los egipcios trataban de huir, Yavé arrojó a los egipcios en el mar.
Las aguas al volver cubrieron los carros, los caballos y su gente, o sea, todo el ejército de Faraón que había entrado en el mar persiguiéndolos: no se escapó ni uno solo.
Los israelitas, en cambio, habían pasado en medio del mar; las aguas les hacían de murallas a derecha e izquierda.
Aquel día, Yavé liberó a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar.
Israel vio los prodigios que Yavé había obrado contra Egipto, y el pueblo temió a Yavé. Creyó en Yavé y en Moisés, su siervo.
Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a Yavé:
“Cantaré a Yavé, que se hizo famoso;
arrojó en el mar al caballo y su jinete.
En la solemne misa de la vigilia pascual, se debe de leer siete lecturas del Antiguo Testamento y dos del Nuevo Testamento, seguida de un salmo y una oración cada una de ellas:
1a.- del libro del Génesis 1,1-31. / Salmo 103 (104) ó Salmo 32 (103).
2a.- del libro del Génesis 22,1-18 / Salmo 15 (16).
3a–del libro del Éxodo 14,1-15. 15,1 / Salmo 15 (16).
4a.-del libro del Profeta Isaías 54,5-14 / Salmo 29 (30).
5a.- del libro del Profeta Isaías 55,1-11 / Isaías 12.
6a.- del libro del Profeta Baruc 3,9-15. 32.-4,4 /Salmo 18 (19).
7a.- del libro del Profeta Ezequiel 36,16-28. /Salmo 41 y 42 (42 y 43). ó Isaías 12.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México