Genaro Valdivia
Este domingo 31 de julio, se va a celebrar la segunda reunión anual de coordinadores de consejos y animadores del PDP (plan diocesano de pastoral), ¿por qué es importante este acontecimiento?, tras cerrar el plan diocesano de pastoral con la campaña de la pastoral social, la arquidiócesis ahora está estructurando este plan diocesano en su segunda etapa general, representa la continuidad del proceso pastoral de la Iglesia, un proceso que no debe de para, la gran misión de evangelizar a todos los pueblos es lo que abarca por así decirlo este segundo plan diocesano de pastoral.
Una de las situaciones que como ciudadanos criticamos en un Gobierno cuando cambia de gobernador, es que rompe la continuidad del plan trazado por el anterior jefe de Gobierno, como si se empezará de cero y mientras se adapta con su gente, su plan pierde dos años en verse que se aplique el nuevo Gobierno y luego otro año en que ya van a entregar para el siguiente plan electoral, en resumidas cuentas trabajan 3 años nada más; es la gran perspectiva que el pueblo tiene con la Iglesia, que no caiga en burocracia, que no se vaya a regresar de lo avanzado, un nombramiento que tarde o temprano se va a dar es tener un nuevo arzobispo, pero esto no implica que se frene todos los planes ya trazados por la Iglesia; uno de los aspectos que se están manejando tanto para el sacerdote como para el laico comprometido (seglar), es la la característica de continuidad de los procesos, es una amonestación y advertencia en no caer en la tentación de empezar todo nuevo, ante tantos cambios de sacerdotes de las parroquias, vicarios, el laico puede caer en desanimo al querer el sacerdote empezar todo de nuevo, cuando ya hay ministerios, comunidades y planes de trabajo.
Esto es en la Iglesia doméstica, ¿qué será en la arquidiócesis?, es de vital urgencia que este plan con todos los agentes que representan a la Iglesia doméstica tomen su papel y vean para que exista ese seguimiento, este año es de suma importancia para la evangelización, la Iglesia está poco a poco recobrando ese sentido evangelizador que por naturaleza tiene, los sacerdotes están más metidos en esos planes, los laicos tienen un papel importante y esto por así decirlo es el resultado que la reunión de Aparecida empieza a cosechar. No demos por concluido nada, las tres campañas anteriores deben de estar vigentes en nuestra forma de vida de la Iglesia, cuanto más este segundo plan de diocesano de pastoral; de forma responsable y como representantes de la Iglesia deben los coordinadores y animadores a exigir la continuidad del avance de evangelización, no inventar y fijar planes que se van a cumplir tal cual, olvidarse de burocracia, aferrarse a generar subsidios que sólo desgastan a la misma Iglesia (subsidio de evangelización a partir de otros que ya están, copiar), si se quieren generar planes que sean de acuerdo a las necesidades de la Iglesia de la arquidiócesis, que cabe señalar son muchas, el plano sacramental tan deteriorado, el plano catequesis tan poco concurrido, la falta de sacerdotes tan urgente de ese fomento, el plan evangelizador que aunque ya hay bastantes equipos evangelizadores no es suficientes, el plan de formación de agentes, tan informal todavía y la estructura de los ministerios en las parroquias y la unificación de criterios de las parroquias.
Esperamos que esta segunda reunión sea para el bien de la Iglesia, para nuestra arquidiócesis; la responsabilidad de coordinadores y animadores deben de cumplir con todo respeto y no estar callados simplemente levantando el dedo para decir “si”, conciencia y ante todo solidaridad en el trabajo de Dios que es el que tomará cuentas a todos los que intervienen allí, independientemente sus puestos que ocupen; les deseamos lo mejor y que todo sea para la gloria de Dios y ue se viva su reino.
