En aquellos días, Moises habló al pueblo y les dijo: Pongan estas palabras mías en tu corazón y en tu alma, que sean para ti como una señal ligada a tu mano, un signo puesto en medio de tu frente.
Miren que en este día yo pongo delante de ustedes la bendición y la maldición.
Bendición, si obedecen los mandamientos de Yavé que yo les prescribo hoy;”
maldición, si desobedecen dichos mandamientos y se desvían del camino que yo ahora les muestro, para seguir a dioses extraños que no son suyos.
Pero cuiden de cumplir todas las leyes y preceptos que les propongo ahora.
Biblia Latinoamericana / se toman como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México