“NO CESARA, SEÑOR, MI BOCA DE ALABARTE”.
Deseo bendecirte cada día,
alabaré tu Nombre para siempre.
Grande es el Señor, muy digno de alabanza,
y no puede medirse su grandeza.
De generación en generación
se celebran tus obras, se cuentan tus proezas.
El esplendor, la gloria de tu Nombre,
tus maravillas, los repetiré.
Te den gracias, Señor, todas tus obras,
te bendigan tus amigos;”
que hablen de la gloria de tu reino
y anuncien tus hazañas.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México