Dichosos los que sin yerro andan el camino y caminan según la Ley del Señor.
Dichosos los que observan sus testimonios y lo buscan de todo corazón.
que sin cometer injusticia caminan por sus sendas.
Tú eres quien promulgó tus ordenanzas para que las observen totalmente.
¡Que mis labios publiquen tu alabanza, pues tú me enseñas tus preceptos!
¡Que mi lengua celebre tu palabra, pues son justos todos tus mandamientos!
¡Que tu mano venga a socorrerme, pues yo elegí tus ordenanzas!
He ansiado, Señor, tu salvación, y tu Ley ha sido mi delicia.
¡Que mi alma viva para alabarte, y tus juicios vendrán en mi ayuda!
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México