Llego la navidad y con ella el Hijo de Dios.
“Alégrese el cielo, goce la tierra “, porque nos ha llegado el salvador. El Hijo de Dios se hizo hombre entre los hombres, para salvación del mundo. Y quienes lo recibieron han sido perdonados.
1 Jn. 2; 12 – 17.
12 Esto les escribo, hijitos: ustedes recibieron ya el perdón de sus pecados.
13 Esto les escribo, padres: ustedes conocen al que es desde el principio.
Esto les escribo, jóvenes: ustedes han vencido al Maligno.
14 Les he escrito, hijitos, porque ya conocen al Padre. Les he escrito, padres, porque conocen al que es desde el principio. Les he escrito, jóvenes, porque son fuertes, la Palabra de Dios permanece en ustedes y ya han vencido al Maligno.
15 No amen al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
16 Pues toda corriente del mundo — la codicia del hombre carnal, los ojos siempre ávidos y la arrogancia del éxito – nada viene del Padre, sino del mundo.
17 Pasa el mundo con todas sus codicias, pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.
¡Pero no todos lo aceptaron! Muchos, no le abrieron la puerta, no le permitieron entrar para que él morara en ese corazón tan sediento del amor de Dios.
Jn. 1; 11 – 12.
11 Vino a su propia casa, y los suyos no lo recibieron;
12 pero todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios.
Para quienes si lo hicieron y han decidido servir al Señor, “tengan confianza en Dios y acepten con fe todas las pruebas que se puedan presentar”.
Eclesiástico (Siracides) 2; 1 – 6.
1 Si te has decidido servir al Señor prepárate para la prueba.
2 Conserva recto tu corazón y se decidido, no te pongas nervioso cuando vengan las dificultades.
3 Apégate al Señor, no te apartes de él; si actúas así, arribaras a buen puerto al final de tus días.
4 Acepta todo lo que te pase y sé paciente cuando te halles botado en el suelo.
5 Porque así como el oro se purifica con el fuego, así también los que agradan a Dios pasan por el crisol de a humillación.
6 Confía en él y te cuidara; sigue el camino recto y espera en él.
Termino un año más, y tú, que abriste la puerta cuando llego y toco el Hijo de Dios, y le permitiste entrar para que él habitara en ti; ¡por tu fe has sido liberado!
Gal. 5; 1.
1 Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.
Al aceptar al Hijo de Dios, eres digno de confianza, por eso hoy, “Dios quiere contar contigo”, para que al comienzo de este nuevo año, des a conocer a todo el mundo el anuncio de la Buena Nueva.
Rm. 1; 2 – 6.
2 Esta Buena Nueva, anunciada de antemano por sus profetas en las Santas Escrituras.
3 Se refiere a su Hijo, que nació de la descendencia de David según la carne,
4 Y que el Espíritu de Santidad ha designado Hijo de Dios al resucitarlo de entre los muertos en una obra de poder. De él, Cristo Jesús, nuestro Señor, 5 hemos recibido gracia y misión, para que en todas las naciones sea recibida la fe, para gloria de su nombre.
6 A estos pueblos pertenecen ustedes, elegidos de Cristo Jesús.
¡Hermano! ¡Hermana! “Dios quiere contar contigo”.
“La cosecha es mucha y los trabajadores son pocos”, trabajemos juntos (discípulos) como uno solo (Jesucristo) para restaurar el Reino de Dios.
