La peregrinación a Cristo Rey y a San Juan de los Lagos dos sucesos de piedad popular necesarios.
Por Juan Revilla.
A lo largo del Blvd. López Mateos se ve el paso de hombres, mujeres y hasta niños que van encaminando sus pasos a “San Juan” de los Lagos, quieren conjuntamente todos estar ahí el día dos de la candelaria (2 de febrero) y celebrar con la virgen de San Juan la dicha de ver a ese primogénito, el niño Dios, la presentación del hijo primogétito al templo para recicir las bendiciones, 40 días después de su nacimiento, así la virgen María y San José cumplen el precepto, la candelaria es una de las advocaciones Marianas de la virgen, una tradición que reúne cada año a la Iglesia que de manda va caminando de distintos puntos del país para ser testigos de tan gran dicha, está piedad popular a permanecido y motiva la fe, el agradecer tantos favores a la virgen de san Juan como intercesora ante vuestro Señor Jesús motiva a soportar esa largas caminatas, la fe y el respeto se mezclan para que cada año se prepare para tan grande “manda”. Como hijo se presenta ante ella para que de igual manera como lo hizo con el niño Dios lleve nuestras plegarias, agradecimientos a su hijo amado
Los jóvenes en las distintas parroquias de la arquidiócesis invitan a todos a la caminata a Cristo Rey, Jesús es el motivo y centro de toda acción piadosa, devoción y fe a reunirse en ese templo majestuoso, a celebrar su fe todos juntos, los jóvenes fomentan esa fe y que se siga practicando esa piedad popular, pues son símbolo de unión y credo, dos caminatas que tienen como objeto rendir el homenaje al salvador del mundo, al mesías que ha llegado y se celebra como Rey, a través de las generaciones Padres a hijos han pasado está devoción y ha perdurado, de generación a generación la fe en Cristo Jesús se trasmite, pero lo más laudable es la integración de los jóvenes a estas prácticas, han entendido que la Iglesia es esa reunión del pueblo de Dios.
Hoy como pueblo queremos unirnos a todos los hermanos que no profesan nuestra fe, para que en un Cristo vivo que toda su vida evangelizadora caminó y caminó de pueblo en pueblo llevando la buena noticia, la buena nueva, cansado se sentó sobre el pozo de Jacob, le pidió agua a la samaritana, bebió el vino con los discípulos, compartió el pan con pecadores, pobres y doctos, pero más significativo es que aun estando rodeado de todo el pueblo, sólo había un punto que lo estrechaba más al Padre “la oración”, oremos para que estas prácticas se sigan fomentando pero que no se tuerza su verdadero significado que es dar honor y gloria a Jesús y congregarse como Iglesia a celebrar.
bueno de nino mi mama me invito a visitar el lugar de san juan de los lagos pues fue una experencia muy bonita pero como les digo pues era un nino de como 12 anos oh 13 que muchas cosas ya no recuerdo pero si me gustaria bolver a vistarlos
Es lo mejor que me ha pasado, llegar caminando hasta la basílica de san juan de los lagos, es algo indescriptible, es necesario vivirlo para sertirlo.