Jesús salió otra vez por las orillas del lago; todo el mundo venía a verlo y él les enseñaba.
Mientras caminaba, vio a un cobrador de impuestos sentado en su despacho. Era Leví, hijo de Alfeo. Jesús le dijo: “Sígueme. Y él se levantó y lo siguió.
Jesús estuvo comiendo en la casa de Leví, y algunos cobradores de impuestos y pecadores estaban sentados a la mesa con Jesús y sus discípulos; en realidad eran un buen número. Pero también seguían a Jesús”
maestros de la Ley del grupo de los fariseos y, al verlo sentado a la misma mesa con pecadores y cobradores de impuestos, dijeron a los discípulos: “¿Qué es esto? ¡Está comiendo con publicanos y pecadores!”
Jesús los oyó y les dijo: “No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México