BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR.
Den gracias al Señor, pues él es bueno,
pues su bondad perdura para siempre.
Más vale refugiarse en el Señor
que confiar en los poderosos.
¡Abranme las puertas de justicia
para entrar a dar gracias al Señor!
Esta es la puerta que lleva al Señor,
por ella entran los justos.
¡Te agradezco que me hayas escuchado,
tú has sido para mí la salvación!
¡Danos, oh Señor, la salvación,
danos, oh Señor, la victoria!
¡Bendito sea el que viene
en el nombre del Señor!
Desde la casa del Señor los bendecimos:
el Señor es Dios, él nos ilumina”.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística.México