
Hizo que cayera sobre ellos el hambre, su amor lleno de celo los redujo casi a la nada.
¡Una palabra del Señor, y el cielo retenía la lluvia! Tres veces además dejó caer el rayo.
¡Oh Elías, tus milagros constituyeron tu gloria! ¿Quién podría vanagloriarse de ser como tú?

Está escrito que volverás un día para apaciguar la cólera lista para estallar, para que los padres se reconcilien con los hijos y para restablecer las tribus de Jacob.
¡Oh Elías, felices los que te vieron, y que luego se durmieron en el amor! – porque nosotros también ciertamente que viviremos.
Biblia Latinoamericana/ se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México