HAZ, SEÑOR, QUE TE BUSQUEMOS.
Del Señor es la tierra y lo que contiene,
el mundo y todos sus habitantes;”
pues él la edifició sobre los mares,
y la puso más arriba que las aguas.
¿Quién subirá a la montaña del Señor?
¿Quién estará de pie en su santo recinto?
El de manos limpias y de puro corazón,
el que no pone su alma en cosas vanas
ni jura con engaño.
Ese obtendrá la bendición del Señor
y la aprobación de Dios, su salvador.
Así es la raza de los que Le buscan,
de los que buscan tu rostro, ¡Dios de Jacob!
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México