Y Job respondió a Yavé:
Reconozco que lo puedes todo,
y que eres capaz de realizar todos tus proyectos.
Hablé sin inteligencia de cosas que no conocía,
de cosas extraordinarias, superiores a mí.
Yo te conocía sólo de oídas;
pero ahora te han visto mis ojos.
Por esto, retiro mis palabras
y hago penitencia sobre el polvo y la ceniza.
Yavé hizo a Job más rico que antes. Tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras.
Tuvo siete hijos y tres hijas. A la primera la llamó “Tórtola”,
a la segunda, “Canela” y a la tercera, “Frasco de Perfumes”.
No se hallaban en el país mujeres tan bellas como las hijas de Job. Y su padre les dio parte de la herencia junto con sus hermanos.
Job vivió todavía ciento cuarenta años después de sus pruebas,
y vio a sus hijos y a sus nietos hasta la cuarta generación.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México