Así, pues, ya no son extranjeros ni huéspedes, sino ciudadanos de la ciudad de los santos; ustedes son de la casa de Dios.
Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús.
En él se ajustan los diversos elementos, y la construcción se eleva hasta formar un templo santo en el Señor.
En él ustedes se van edificando hasta ser un santuario espiritual de Dios.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México