DICHOSO EL QUE TEME AL SEÑOR.
Felices los que temen al Señor
y siguen sus caminos.
Comerás del trabajo de tus manos,
esto será tu fortuna y tu dicha.
Así será bendito
el hombre que teme al Señor.
¡Que el Señor te bendiga desde Sión:
puedas ver la dicha de Jerusalén
durante todos los días de tu vida!
¡Que veas a los hijos de tus hijos
y en Israel, la paz!
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México