La campaña de la pastoral social formará predicadores veraces.
Por Juan Revilla
Es un hecho que nuestra arquidiócesis necesitaba con urgencia ésta campaña de pastoral social, uno de los agentes que son pilares en la evangelización son los predicadores y estos son los que más van a tener beneficios conforme se vayan compenetrando con la campaña. Los predicadores en un gran porcentaje proclaman el amor al prójimo, hablan mucho de la caridad, dicen hay que imitar a Cristo, sin embargo la mayor parte de la predicación es poco coherente, su proclamación es ficticia y jactanciosa ya que en la realidad dista mucho de lo que se dijo.
No se pone entre dicho que no sean veraces los predicadores, más bien no saben cómo empezar a ponerlo en práctica el amor y la caridad al prójimo, y es que aunque parece sencillo esto de la caridad al prójimo es lo más complicado que hay, no sólo es actuar bien sino enamorarte del prójimo y decía San Antonio de Padua en la película el soldado de Dios “que difícil resulta amar al prójimo”; es la razón por la cual se agradece y se ve con buenos ojos ésta campaña, de ésta misma va a ver una metodología que nos va a indicar cómo empezar esa práctica de amor al prójimo, la madre Teresa de Calcuta tuvo que ejercitar su ser a base de practicar la caridad con la gente necesitada, primero aceptar a cualquiera que fuera, aunque no fuera católico, sino de cualquier religión, segundo ser capaz de enfrentarse con todo tipo de llaga pestilente y con un aspecto que puede hacer deponer a cualquier estomago fuerte y tercero el perder el miedo de contagiarse, de sufrir ultrajes, pero lo más importante es no caer en hacer las cosas sólo por cumplir, sino, ¡por amor!.
Un predicador que se para frente a cierta cantidad de creyentes y que mediante él como instrumento reciben la palabra de Dios, ven en ese hombre un ejemplo de cambio de vida, por tal motivo lo primero que ven en ese hombre es la afabilidad, muy amistoso, sonriente, amable y son virtudes necesarias para iniciar la caridad y amor al prójimo, por qué ven en él a una persona que refleja a Dios, pues que será si en él se plasma la caridad hecha realidad, un imán hacía Cristo para la gente, pero ahora movido por el amor.
Con gran esperanza y fe vamos a caminar en ésta campaña de la pastoral social y dejar que Jesús haga la obra en nosotros, Jesús sólo necesita que cada uno dejemos que nuestro corazón sea moldeado por él, es la oportunidad de dejarnos enseñar por él lavar los pies a los demás no es fácil, imitar al samaritano con limpieza de corazón es mucho más difícil, pero que puede haber algo más grande que Dios ¡nada!