No es sólo llamarada de petate el arranque de la campaña de pastoral social, no amigos estamos ávidos de ese amor y ésta campaña es el comienzo de una cadena de grandes cambios en nuestra Iglesia y en el creyente; un protagonista importante en ésta campaña es el predicador católico, ese hermano que habla ante cierta cantidad de gente y leva un anuncio, “la palabra de Dios”
El predicador y la campaña de Pastoral social.
Por Juan Revilla.
Que invitación tan grande hace la campaña de Pastoral social al predicador católico para que se impregne de ella y sea un instrumento eficaz para llevar la caridad a nuestros hermanos por medio de la predicación, sí, ya sabemos que las palabras de nuestro Señor son contundentes y utilizamos la cita de la misma campaña “vete y haz tu lo mismo” Lc 10, 37.
Una manera de cómo un predicador puede llevar la palabra de Dios, es con caridad, ¿cómo es eso?, por amor al hermano debe de preparar con mucho cariño y amor su predicación, un cuidado en su elaboración y en el momento de predicar con amor, pero con fuerza y poder al momento de denunciar al pecado y a las obras de Satanás o situaciones que hagan que la dignidad del hombre se denigre; muchas ocasiones los predicadores preparan sus temas sólo por cumplir, porque ya están comprometidos, ¿cuál amor para el prójimo?, le piden tanto a Dios no fallar en su predicación , pero nunca tuvo un gesto de amor por quienes lo iban a escuchar.
Otra manera en la que un predicador puede demostrar el amor al prójimo es atendiéndolo en lugar de que lo atiendan, cuantas veces pensamos que merecemos los alimentos porque somos los predicadores, atenciones como el samaritano que atendió hasta el final al judío y para remachar, de la misma manera que lo atendiste en el retiro, en la plática, afuera atiéndelo y háblale cómo en aquel momento en que espiritualmente estaban en una sintonía igual.
Amigos, todo tiene un fin en esta vida y Jesús que siempre hizo vida el amor hacía nosotros, cada gesto que muchas veces es incomprensible para nuestras mente, marco el camino que confundió a muchos porque no parecía lógico su actuar, por tanto la invitación es directa en ésta campaña para el predicador, el amor al prójimo lo podemos empezar a practicar estudiando su evangelio, profundizando en su palabra y haciéndolo vida imitándolo; cuanta falta hace que el amor reine en nuestros corazones para poder salir de nosotros mismos e ir hacía los demás con una predicación viva y amorosa. Bendito es Dios que ésta campaña empieza a remover lodo y basura que tiene que ser desalojada para una nueva edificación, cimentada en el amor.