Nació en Castiglione (Mantua, Italia) en el año de 1568, murió en Roma el 21 de junio del año de 1591.
Los Gonzaga poseyeron durante cuatro siglos (1328-1708) el ducado de Mantua (Lombardía), era el hijo mayor de Ferrante Gonzaga, Luís había sido educado para que un día hiciera lo que han hecho sus ancestros.
A los Gonzaga les importaba como reyezuelos aprender a matar y tener amigos en las cortes extranjeras, a los cuatro años Luís se vestía como soldado, a los siete años disparaba el cañón, después vivió como paje en Ferrara, Turin, Parma, Florencia en casa de los Medici, en Madrid con Felipe II.
Los Gonzaga vivían como tiranos, en el libertinaje, ahogaban en sangre a las revueltas de sus súbditos, asesinaban a sus oponentes y enemigos, a menudo ellos sufrían la misma suerte. Fue así como dos de los hermanos de Luís, Rodolfo y Diego fueron muertos por sus vasallos, su madre mujer piadosa y buena fue apuñalada en una calle de Mantua.
Aquel que se alababa por ser de alta cuna, Luís les respondía: “Los nobles están hechos del mismo lodo que los demás; la única diferencia es que su lodo huele, quizá más que los demás.
Dios se le había revelado desde joven, a los 11 años hizo votos de continencia, precisó de grandes esfuerzos para vencer el orgullo y su mala herencia, confesaba que nunca había puesto lod ojos en una mujer, a los diecisiete años logro abdicar sus derechos a favor de sus hermano Rodolfo y y abrazar el estado religioso
Un Gonzaga había sido arzobispo a los ocho años y cardenal a los 14 años, lo que determinó a Luís a entrar con los jesuitas fue que estos no podían ser prelados y que tenían misiones en países lejanos, los seis años que le quedaron de vida, los pasó en Roma preparándose en el estudio y en la enseñanza para ser padre misionero, pronunció sus primeros votos en el año de 1587. Tres años después moría víctima de un mal contraído, cuidando a las víctimas de la peste.