MI BOCA, SEÑOR, ANUNCIARA SIEMPRE TU SALVACION.
Mi boca contará tus obras justas y tu salvación a lo largo del día, pues son más de lo que podría decir.
Ahondaré las hazañas del Señor, recordaré tu justicia que es sólo tuya.
Oh Dios, me has enseñado desde joven, y hasta ahora anuncié tus maravillas;”
si ahora estoy viejo y decrépito, oh Dios, no me abandones.
A esta generación anunciaré tu poder, y a los que vengan después, tu valentía
y tu justicia, oh Dios, que llega al cielo.
Pues, ¿quién como tú, oh Dios, que has hecho grandes cosas?
Volverás a ponerme de pie y tendré de nuevo tu consuelo.
Entonces te daré gracias al son del arpa por tu fidelidad, oh Dios.
Con la cítara te entonaré salmos, oh Santo de Israel.
Te aclamarán mis labios y mi alma que tú redimiste.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico : Asamblea Eucarística. México