Conociendo el Antiguo Testamento
Por Benjamín Martín Sánchez
Muchos suelen decir que debiéramos contentarnos con el Evangelio y los escritos de los Apóstoles, sin embargo estudiar el AT es fundamental para nuestra vida.
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¿Qué es el Antiguo Testamento?
Para comprenderlo mejor diremos que la Biblia como es sabido, se divide en dos grandes partes, que son: Antiguo Testamento (AT) y Nuevo Testamento (NT).
La palabra “Testamento” significa “pacto”, “contrato” o “alianza” solemne, y también “herencia” debido a los bienes prometidos por Dios a su fieles cumplidores.
El Antiguo Testamento es, pues, un pacto hecho por Dios con el pueblo de Israel, pacto celebrado previamente con Abraham, a quien prometió hacerlo padre de un pueblo numeroso del cual descendería el Redentor, y concluido por Moisés representante de dicho pueblo, en el monte Sinaí.
Este pueblo de Israel quedaba a su vez comprometido a rendir culto a Dios único y verdadero en medio de la idolatría en que vivían los otros pueblos.
Este pacto o alianza quedó sellada con la sangre del cordero pascual durante la Ley mosaica.
Los libros del AT que son 46 y que fueron escritos casi todos en lengua hebrea antes de Cristo, tratan de esta alianza entre Dios y la nación hebrea.
¿Por qué estudiar el Antiguo Testamento?
Muchos suelen decir que debiéramos contentarnos con el Evangelio y los escritos de los Apóstoles, por que el AT es algo ya atrasado y no pueden tener interés para un católico los Libros Sagrados de los judíos; mas esta afirmación, es menester confesarlo, es un verdadero error.
El estudio del AT se impone por muchas razones:
1. Por las enseñanzas sublimes que contiene.
Así nos lo dice el Vaticano II (Const. Dei Verbum, 15):
“Los libros del Antiguo Testamento (…) muestra a todos el conocimiento de Dios y del hombre y el modo como Dios, justo y misericordioso, trata con los hombres. Estos libros (…) contienen enseñanzas sublimes sobre Dios y una sabiduría salvadora acerca del hombre, encierran tesoros de oración y esconden el misterio de nuestra Salvación.”
2. Para poder entender el Nuevo Testamento
Pues es imposible comprender a Jesucristo y su obra si se ignora el AT, por cuanto el NT se halla contenido en el Antiguo.
De hecho tenemos los testimonios de Jesucristo en los que nos dice que el AT habla de Él, y así lo dijo a los judíos posedores de sus libros:
Es necesario que se cumpla todo lo escrito de Mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos (Lc 24, 44-46).