LIMOSNA
La limosna es la dispensación inmediata de una parte, más o menos importante, de los propios recursos en favor de los pobres para aliviar su indigencia.
En lo que se refiere a la limosna existe una larga evolución de pensamiento y de praxis dentro del mundo cristiano y laico. Es posible encontrar frecuentes reflexiones sobre el valor de la limosna en el pensamiento patrístico (por ejemplo, en Cipriano y en Clemente Alejandrino) que, basándose en la Palabra de Dios, relacionan estrechamente la limosna con el perdón de los pecados.
Las obras asistenciales constituyen, en la época medieval, una tarea eclesial que no plantea problemas de competencia, sino sólo admiración. Fueron innumerables los donativos y los legados testamentarios en favor de los pobres, de las obras de caridad y asistencia a los enfermos, ancianos, peregrinos, infancia abandonada, que la Iglesia suscitó y administró.
En la edad moderna, con la afirmación de los Estados nacionales, comienza la crítica a la limosna, sobre todo en lo que atañe a las pretensiones eclesiásticas y monásticas de ejercer plena jurisdicción en el sector caritativo y asistencial.
Siguen siendo necesarios los socorros y la ayuda inmediata frente a las exigencias que se van planteando.También hoy, tanto a nivel nacional como planetario, se presentan urgencias que reclaman intervenciones inmediatas. Pero no es posible conseguir una profunda renovación social sobre la base exclusiva y primaria de la limosna, sobre todo si con ella se pretende sustituir a la justicia.
G. Mattai
Bibl.: Limosna, en ERC, 1V 1335-1338; P Christophe, Para leer la historia de la pobreza, Verbo Divino, Estella 1989. L. González Carvajal, El ayuno y la limosna, versión “solidaridad», Sal Terrae 77 (1989) 119-126,