Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: “¿Comprenden lo que he hecho con ustedes?”
Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy.
Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros.
Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo.
En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía.
Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica.
No me refiero a todos ustedes, pues conozco a los que he escogido, y tiene que cumplirse lo que dice la Escritura: El que compartía mi pan se ha levantado contra mí.
Se lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.
En verdad les digo: el que reciba al que yo envíe, a mí me recibe, y el que me reciba a mí, recibe al que me ha enviado.
Biblia Latinoamericana /se toma como guía el misal Católico : Asamblea Eucarística. México